viernes

Candyland












Les presento, con mucho orgullo, al chico Granada. Es un ser potencialmente autodestructivo, pero tiene un rango de acción muy reducido, así como su tiempo de vida. Por eso su explosión no haría demasiado daño. Sabe bien que moverse significaría dejar de existir. El seguro ya está en el suelo. Debe pensar, pero no mucho, pues pensar también lo mataría.

Así es él, instantáneo, efímero, irrepetible. Este mortífero símbolo tiene la urgencia de hacer algo para perennizar su estancia en el mundo, pues sus segundos ya están señalados. Él sólo quiere importar.

El chico Granada es un ser carbónico, tóxico, en blanco y negro, en un mundo coloridamente cruel. Tiene en una mano fuegos artificiales que representan que ya está preparado para morir y con su muerte, desea manifestar dos cosas: "¡Existí!, aunque sólo dos segundos" y "¡Te quiero! el espectáculo provocado por mi destrucción, será sólo para alegrarte, si aún estás cerca de mí". Él quiere morir con arte.

(Este fue un ejercicio de mi clase. Consistía en crear un símbolo que me identifique. A Carla le encantó).

2 comentarios:

Solange dijo...

sí que fluiste rápido.
envidio tu creatividad mas no tus ganas por no extinguirte.

sé feliz (:

Zhao dijo...

a mí también me gurtó... aplausos...

 
template by suckmylolly.com