martes

Vértigo

fernandopintado.com


Existe un fenómeno genético que me resulta bastante triste ahora que lo pienso. No sé si han dado cuenta de los fines de año en que uno puede borrar apuntes mal hechos y pasarlos a limpio. Mejor dicho, botar y comprar algo nuevo en lo cual uno puede fundamentarse a uno mismo (y cuantas veces quiera). Esta tendencia "agendística" trata de los nuevos inicios. De la recreación de las situaciones, incluso a nivel cósmico. Uno tiene el total beneplácito de la fecha -31 diciembre- para recomenzar, dice la tradición.

En mi caso, uso los lunes porque mi inconsistencia hace que mis inicios sean constantes. De ese modo, tengo mucho que reiniciar semanalmente (lo haría a diario o a cada hora pero eso me volvería más demente aún). Lamentablemente, esto nunca funciona. Nadie recuerda un año (mucho menos una semana) de tu vida, sino que, lo hace enteramente. A pesar de que dependía de mis lunes, ahora los detesto y me estoy deshaciendo de ellos. Cuando los tenía podía dibujar y narrar universos utópicos en los que todo marchaba bien. Pero esa es una patética mentira. La verdad es que no existen las cosas nuevas.

Vivimos arrastrando lo que dejamos caer (amistades, oportunidades, objetivos), si creemos en los inicios estamos ignorando parte de nosotros. Es fácil hacerlo, y bastante conveniente; pero el resto siempre fabrica sus ideas acerca de nosotros de acuerdo al tiempo que pasamos con ellos, ya sean agradables o desastrozos, así también como cuentan nuestras ausencias. Simplemente, creo, se debe guiar la mirada al presente y si es posible pedir perdón por lo que uno es. La gente cambia, ese es un don divino, pero no un inicio. Cambia de acuerdo a lo que uno es. Lo que hemos sido, es lo que somos, dice Dream Theater, o para los más desorejados, Alejandro Sanz.

1 comentarios:

Koala dijo...

Se me vino a la mente esto:

He aquí, yo hago nuevas todas las cosas... porque estas palabras son fieles y verdaderas.

Saludos Calín
:)

 
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